Skip to content

¿Cómo decidir qué auto comprar con tu presupuesto?

10 febrero, 2020

Según estimaciones hechas en años recientes, en el mundo circula un aproximado de un millardo y medio de automóviles.

Esta cifra es impactante por sí misma, pero se vuelve mucho más interesante cuando vemos que en 2005, la estimación rondaba los 700 millones. Es decir que, en solo quince años, el número de automóviles se duplicó.

Entre otras cosas, esto significa que las posibilidades del ciudadano promedio para adquirir un medio de transporte propio han aumentado de manera acelerada y continuarán haciéndolo.

Por eso, es necesario reflexionar sobre las implicaciones de esa compra y lo que puede significar para nuestras finanzas y nuestro futuro.

Una amenaza disfrazada de oportunidad

Ha quedado claro: los automóviles son una parte integral de nuestra civilización.

Es común ver anuncios publicitarios que suelen vendernos la idea de que una vez que estemos frente al volante seremos mejores versiones de nosotros mismos, nos sentiremos amados, respetados y por fin tendremos aquello que siempre hemos querido.

El mensaje siempre es el mismo: “invertir” en un automóvil es un acto renovador (casi espiritual) que conlleva seguridad, libertad y éxito.

¿Cómo no sentirse atraído por esa idea?

Lamentablemente, como pasa a menudo con la publicidad, la imagen que nos ofrecen es muy diferente de la realidad y en este caso incluso contraria.

Para entender esto es útil analizar algunos factores.

Un uso condicionado

Cuando compramos un automóvil, estamos adquiriendo algo que necesita de más gastos para ser funcional.

Es decir, nuestro nuevo medio de transporte no podrá cumplir su función a menos de que compremos combustible. También se tiene que pagar por mantenimiento, verificación, documentos legales que permitan la circulación, etcétera.

En pocas palabras, comprar el automóvil no será el último gasto que realizaremos si queremos darle uso.

El pago continuo de intereses

La mayoría de las ocasiones, cuando compramos un automóvil lo hacemos por medio de pagos o gracias a un crédito.

Estas opciones conllevan intereses que aumentan el monto de nuestra compra en porcentajes gigantescos que pueden dañar seriamente nuestras finanzas.

La inevitable depreciación

La depreciación ocurre cuando un bien pierde su valor original con el paso del tiempo o con el uso.

Piénsalo así: en la entrada de un restaurante, una persona te ofrece una hamburguesa que compró una hora atrás en ese lugar, pero que simplemente no se comió.

¿Pagarías el mismo precio por esa hamburguesa que por una recién preparada de acuerdo con tu gusto en el mismo restaurante?

Lo más seguro es que si accedes a comprarla sería por una fracción del precio. Aunque tan solo haya pasado una hora, ese producto habría perdido casi todo su valor económico.

Algo similar pasa con los automóviles, solo que en una escala mayor. Un carro pierde entre el 60% y 70% de su valor en los primeros cuatro años.

Tan solo al sacarlo de la agencia ¡tu automóvil recién comprado se deprecia un 10%!

La farsa de la inversión

Una inversión consiste en ocupar cierta suma de dinero en algo que posteriormente puede darnos una cantidad mayor que la que gastamos.

En pocas palabras es gastar dinero para obtener más dinero. Por eso, si estás gastando en algo que no te producirá una ganancia después, simplemente no es una inversión.

A menos de que pudieras comprar un automóvil que no necesite combustible para funcionar, que entre más lo uses adquiera más valor y que sea lo suficientemente barato para que lo pagues de contado, esa compra solo seguirá extrayendo dinero de tu bolsillo.

Por lo tanto, es imposible decir que se trata de una inversión, aunque las compañías automotrices se esfuercen por hacerte creer lo contrario.

¿Cómo hacer una buena compra de un automóvil?

Quizás después de estos datos puedas pensar que intento decirte que no debes comprar un automóvil. Pero claro que puedes hacerlo, solo debes asegurarte de que sea por las razones correctas y de que antes de hacer la compra, te tomas el tiempo para reflexionar y analizar.

Como te dije, la compra de un carro implica deudas con intereses elevados, gastos de mantenimiento para su uso continuo y una pérdida del 70% de su valor en los primeros años.

Para contrarrestar estos puntos negativos conviene hacer lo siguiente:

1 – Compra un automóvil de calidad que tenga al menos 5 años de antigüedad

De esta manera estarás evitando la mayor parte de su depreciación.

Dave Ramsey enseña que solo deberías comprar un automóvil nuevo si en tu cuenta bancaria tienes más de un millón de dólares; solo así te puedes permitir la pérdida de un porcentaje así de alto en algo tan caro y tan rápidamente.

Si te preocupa la idea de manejar un vehículo usado, ten en mente que desde el momento en que comienzas a utilizar algo, puedes considerarlo como “usado”.

Por lo tanto, ese término no es más que una etiqueta. Lo que te conviene hacer, para asegurarte de que obtienes el mejor producto posible, es estudiar.

Aprende todo lo que puedas sobre el automóvil por el que vas a hacer una oferta, busca sus especificaciones, las diferentes versiones que hay, los beneficios que ofrece, etc.

Citando a Dave Ramsey:

“Si vas a comprar un Honda Civic aprende todo lo que haya por aprender sobre un Honda Civic. Una compra de esa magnitud no se hace después de un impulso, sino después de un estudio”.

De esa manera también podrás obtener el mejor precio posible.

2 – Ahorra para pagar en efectivo

En la actualidad el promedio mensual que se paga por un automóvil es de $500 dólares y esto se extiende hasta 80 meses.

Si invirtieras esa cantidad desde los 30 años hasta que cumplas los 70, tendrías alrededor de 5 millones de dólares en tu cuenta de ahorros para el retiro.

Pagar intereses por algo que pierde valor con cada día que pasa es el equivalente a engordar por hacer ejercicio. No vale la pena.

3 – No te obsesiones con un automóvil

El carro que elijas debe ajustarse a tus necesidades y a tu presupuesto.

Yo sé que un modelo deportivo suena muy llamativo, pero es necesario que pares y te preguntes si esa sería la mejor elección teniendo en cuenta todos los factores que influyen en tu vida.

Quizás tienes una familia numerosa o necesitas mucho espacio para cargar cosas en el maletero, tal vez te resulte mejor un coche pequeño para moverte con facilidad por la ciudad o uno que ahorre más combustible para viajar distancias largas.

Te aseguro que hay diversos modelos que pueden cumplir con las características que requieres. Tampoco tengas miedo de negarte a una mala oferta o de hacer una contraoferta si el automóvil que vas a comprar no es tan bueno como su precio lo indica.

Aprende, analiza el mercado y negocia.

4 – Elige un automóvil que se ajuste a tu presupuesto

Si no puedes permitirte ahorrar la cantidad suficiente para realizar los pagos de tu automóvil o la compra consumiría un porcentaje demasiado grande de tus ingresos anuales, entonces debes buscar otro carro.

Antes de pensar en un modelo debes examinar tus finanzas, ¿cuánto es lo máximo que puedes gastar en esa compra sin que se afecte tu estilo de vida o tengas que recurrir a actividades extra para adquirir más dinero?

Una vez que lo determines, no rebases esa línea y procura en todo momento gastar lo menos posible, ya que también existirán costos adicionales como el seguro, la verificación o el mantenimiento.

En conclusión

  • Busca un automóvil de al menos 5 años de antigüedad.
  • Ahorra antes de adquirir una deuda.
  • No te obsesiones con 1 automóvil.
  • Elige el que mejor se ajuste a tu presupuesto.

Es posible que pienses que esto es demasiado esfuerzo solo para comprar un automóvil.

Para muchas personas ni siquiera parece una decisión tan importante. No obstante, con lo que puedes ahorrar en esa compra serías capaz de invertir en algo que esté añadiendo dinero a tu bolsillo en lugar de quitarlo.

La inevitable verdad es que con el pasar de los años perdemos nuestras capacidades físicas y mentales para ganar dinero y el momento para pensar en ello y actuar en consecuencia es durante nuestra juventud y vida adulta.

Las opciones de inversión real son muchas y variadas y ahorrar en los gastos de una compra grande como la de un automóvil es solo una de las cosas que puedes empezar a hacer ahora para prepararte para el futuro.

¿Tienes alguna duda? ¿Qué herramientas usas para comprar de manera inteligente? Nos interesa leerte. No dudes en comentarlo. 😉

Últimas entradas de Abimael Bertoni (ver todo)

Related Posts

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comments (2)

Es verdad, comprar un carro no será nunca una inversión si no es para ganar dinero con el. Sin embargo es una herramienta para ir a trabajar y sobretodo si se tienen dos o más trabajos o bien, si trabajas en la noche el transporte público puede estar inaccesible en ciertos horarios. Si se usa mucho taxi o un auto en plataformas puede salir más caro que tener un auto propio.Es importante pensar en otros factores de un auto como la seguridad que ofrece o si es un auto que se roben mucho etc., si ahorra gasolina o si es híbrido que aunque es costoso a la larga no nos dará tantos problemas burocráticos.

Responder

Hola, Elena.
¡Así es! En ocasiones hay grandes compras que son necesarias. Pero como lo mencionas, deben considerarse muchos factores para realizar una compra inteligente que nos dé el máximo valor con la mínima pérdida. Vale la pena dedicarle el tiempo necesario a tomar la mejor decisión posible para que nuestro “futuro yo” pueda agradecernos por pensar también en él.
Saludos. 😉

Responder